jueves, 27 de septiembre de 2012

Otoño!!

Estoy sentado en una mesa iluminada con luz artificial, en una habitación sin ventanas y rodeado de archivadores de color gris que coleccionan cifras y palabras burdas, y todo se desparrama horizontalmente ordenado por años.

Pero oigo llover fuera y huelo a tierra mojada. Por debajo de las puertas se atreve el otoño a invadirme, a mi y a esta triste oficina. Y hay algo en todo ésto que me tiene la cabeza agitada, algo que me inspira y que para nada entristece . He vuelto a disfrutar corriendo gracias a las temperaturas más suaves de esta estación y, también  noto como fluye la música por mis venas. Dicen que las cosas se llaman entre si, y la música llama a la música como el otoño llama a las hojas.

Se cuece despacio, como siempre se preparan las cosas buenas. Algo que podría estallar antes o después, pero que espero con mucha humildad y con una sonrisa en la cara. Llegan melodías con formas dispares a mi cabeza, proyectos en cinco líneas y notas sincopadas, como los pasos que doy en mis montañas y en la misma vida.


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